Nació Emma y eso implicó un milagro inexplicable. Minutos antes yo esperaba en la habitación junto a mi madre y mi suegra. “Voy a esperarla a la salida del quirófano, el lugar de ustedes es este (señalando con mis dedos el área de la habitación), no se acerquen donde estoy”. Aceptaban con lágrimas en los ojos la decisión, pero sabía que no la iban a digerir tan fácilmente. Mis nervios hacían que surque un camino entre idas y vueltas y cuando miraba hacia la esquina había unos ojos que se asomaban en forma disimulada.   Ante mi cara de ojete desaparecían inmediatamente.
Me asomo para ver si veo o escucho algo en el quirófano. Aparentemente habían puesto un radar en mi ropa. Si me alejaba más de 30 cm ya aparecía una de ellas. Cuando giro la veo al lado mío… “Ay, es que como no te vi me asusté y me acerque…” Mientras mis dientes rechinaban le sugería amablemente que vuelva al lugar de origen.
3 Minutos después: “No te quiero molestar, pero vengo para ver cuál es el botón para prender la cámara de video…” No insultes, pensaba por mis adentros, no traigas mala vibra a este momento. Es este, el que dice Grande la palabra POWER.
Por esas dichosas casualidades un paciente al cual le había puesto los braquets hacía 10 días tenía familia ese día, en ese hospital, y el turno de la cesárea era posterior al nuestro. Estaba a unos poco metros cuando me saludó. “Hola, qué tal, acá esperando que salga mi hija” Cortante, no quería charla, seguí caminando.
“Vos sabés que tengo una sensibilidad en los dientes desde que me pusiste los braquets, ojo, no me duelen, pero cuando como algo lo tengo que hacer con cuidado…” Me lo quedo mirando, intento que mis ojos transmitan mi pensamiento. Es normal, tomate un ibuprofeno… Seco como lengua de gato.
“Puede ser que ya haya notado cambios en los dientes en tan poco tiempo?” Vos me estás jodiendo? Estoy esperando que salga mi hija del quirófano! Si, fue mi respuesta. 2 letras. Menos intención de responder imposible. Se dio cuenta por suerte…
Tomarla entre mis brazos fue maravilloso, y por suerte me hizo evitar notar que al salir del quirófano estaba una con la cámara en mano y la otra llorándome sobre el hombro derecho al grito de : “EBSBSBSBS HEGBSGBSMOSGAGAA”. Mis ojos posados sobre ella impedían que vea a mi alrededor. Me salvó mi hija por primera vez en su vida, sin siquiera darse cuenta.
Las primeras 2 noches en el hospital no son fáciles, ella se adapta a nosotros y nosotros a ella. Para serles sincero la 2da noche, mi mujer muerta y yo durmiendo sobre un sofá cama del 73. La gorda empieza a llorar. Me levanto, la calmo, me acuesto, llora, Me levanto, la calmo, me acuesto, llora, Me levanto, la calmo, me acuesto, llora. Así repitan la oración unas 15 veces. La número 14 esperé, no por la pobre niña que se quejaba, sino para ver si mi mujer al menos se daba cuenta que estaba llorando. Cuando vi que los ronquidos apagaban los llantos de Emma decidí levantarme una vez mas.
Aparece para darnos el alta nuestro hijo y el primer encuentro era tensionante.
Ambiguo en sus emociones, dudaba entre acariciarla o pegarle. Por las dudas lo sosteníamos. Llegamos a nuestro hogar y a partir de ese momento fue un combate:
‎‎1er. Noche los 4 en casa: 1er Round. Llego de calmar las lágrimas de Emma en una habitación y al acostarme empieza el otro, que despierta a la primera y logran un llanto al unísono durante toda la noche que imposibilitan el sueño de padres... Si fuera pelea: "Round 1: Paliza por parte de los peques".
2da noche en casa. Round 2: Añoro la primer noche... Al menos en los 30 minutos de sueño que tuve pude descansar. Mi hija llora. Se calla para que empiece mi hijo. Dudo que se estén conspirando para matarnos las pocas neuronas que nos quedan. Quizás sea producto de mi imaginación. Al igual que esos duende que me insisten en que salga corriendo y me vaya a dormir a un hotel. Me acuesto con Valen que durante 30 minutos seguidos lloraba con los ojos cerrados y empieza a decir: "Mamaaaa, Tiaaaa, Tioooo, Totooo, Bebeeee, Memeeee, finalmente la remata con: Jugooooo". Si fuera por mi le daba un vaso de coca con 2 cucharadas de azúcar con tal que se duerma. Maravillosa la subida de mi suegrita, que se me asoma al minuto 35 del llanto y me dice: "Qué le pasa al nene que llora?". Hoy doy clase... Pido perdón por anticipado.
3er. Round: llego a la noche destrozado luego de un día de trabajo y durante la cena aparentemente ya no se obvian por cuestiones de gusto temas como el meconio, el calostro, la cesárea, la herida, los pezones agrietados y los colores y densidades de la caca de mi hija. No importa, solo ansío dormir. Mi hijo se cuelga de mi cuello y me grita a los oídos. No importa, quiero llegar a la cama. Balbuceo palabras hasta que a las 10 finalmente veo que la almohada me guiña un ojo y escucho que suavemente me dice: veni pavote,Dormí. Acompaño a mi hijo y me acuesto en su cama. Aquellos que tienen uno saben de que les hablo. En la esquina superior derecha de la cama de media plaza esta mi metro noventa. Me desmayo a pesar que mi hijo encuentra divertido saltar y pegarme en el rostro. A las 3 de la mañana me despierta una fuerte patada en los testículos. Ya no importa si me dejó estéril, tengo la parejita. Me levanto con todo mi hemisferio izquierdo del cuerpo adormecido, hasta la mandíbula. Pienso que es un infarto y empiezo a toser. En un Mail leí que eso te salva la vida. Dios mío si me llevas que sea durmiendo. No así. Bajo a tomar agua mientras rezo y pido que me absuelvan por mis pecados. Escucho un ruido estremecedor en la habitación, me asusto, me acerco aun mas y el ruido comienza a intensificarse. Por un instante me olvidé la visita de mi suegra. Es ensordecedor escucharla. Dudo que sean ronquidos y por momentos pienso que está luchando con un yacaré. Me asomo, me pego con el marco de la puerta, puteo al que recién le rezaba, y aun así, mi suegra inmutable... Subo, me acuesto al lado de mi mujer e increíblemente descansamos mas que las primeras 2 noches juntas... Esta vez, empate técnico...
4to. y Último Round: Estoy Gordo… Definitivamente Estoy Gordo. Quizás por acompañar a mi mujer en estos 9 meses. O por la ansiedad a la llegada de Emma. Pero desde que tengo un espejo en el cuarto no puedo dejar de verme de perfil y decididamente estoy gordo. Lo lindo de la Odontología es crear vínculos con los pacientes, el otro día una me dice: “Vos no estás gordo, estás obeso…”…
A quién carajo se le ocurrió lo del vínculo con los pacientes? Y vos tenés todos los dientes chuecos podría haberle respondido… Pero no, fui un gentleman. Y con una muesca de sonrisa que disimulaba como se desangraba por dentro mi orgullo seguí trabajando…
Lo visto a mi hijo y llevo a mi suegra al aeropuerto. La dejo en el check in y a pesar que mi hijo se empeñaba en limpiar todo el aeropuerto con su conjunto de ropa pareciendo una enceradora humana preferí esperar  ver que se suba al avión. Al despedirla tenía ganas de decirle: “Vaya a un otorrinolaringólogo Silvia, esos ronquidos no son naturales, algún problema tiene que haber…” Preferí callarme, y nuevamente ser un caballero. Gracias por todo…
En eso una mujer con su madre que miraban a mi hijo en todo momento se me acercan. Pensé que eran de esas que como lo ven correr por todos lados piensan que es un salvaje sin educación. Las hay en todos lados y prefiero ignorarlas hasta que tengan un hijo o al menos conocer el de ellas. Cuando vienen hacia mi pienso, “que barbaridad me van a decir estas dos…”. Disculpame que te pregunte, tu hijo tiene algún problemita en los pies? No, por? Ahh, me daba miedo preguntar, porque desde hoy que los veo al revés, y se está tocando los piecitos, te confundiste y el izquierdo está en el derecho y se ve que le molestan… Tenía ganas de explicarle que hace 5 noches que no dormía, y que probablemente mientras lo vestí aproveché para descansar mis párpados y lo hice con los ojos cerrados. Me limité a sonreir y agradecer, esta vez el prejuicioso había sido yo…
En el mismo avión viene la madrina de mi esposa y su marido. Pareja querida si las hay. Estamos de cumpleaños. Picada, asado con todo, y un postre Rogel con la velita. 4 horas de comida ininterrumpida. Al terminar con esfuerzo el último bocado del segundo pedazo de Rogel me recuerdo: “Estoy gordo.” Y cual resaca posterior a una borrachera prometo, con la panza llena, no volver a probar un carbohidrato en mi vida. Si solo tomo agua durante 3 meses en el Verano estoy como Antonio Banderas, me miento...
Nos acostamos a las 2. Emma durmió hasta ese momento plácidamente, mientras que Valentino estuvo completamente despierto. Dos opciones: O la excitación no lo deja dormir y molesta toda la noche o se plancha y duerme 7 horas seguidas. De más está decir cuál fue su elección…
A Emma le dan la respectiva teta, y el desgraciado de mi hijo se me acomoda de igual manera  y abre la boca apuntando a mi pecho… A ver, algo más deprimente me podía pasar?  Ya voy a modificar el testamento, vas a ver…
4 de la mañana se despierta en llantos y pateando. Salto de la cama, corro desde la pieza,  pero antes de salir como un acto reflejo mi cuello gira y mi cabeza mira sobre el espejo mi perfil corriendo. Veo a un gordo correr.
Estoy llegando a la habitación y deja de llorar. Inmediatamente y como si me hubieran congelado me quedo absolutamente quieto. Como si el hecho de estar en esa posición inmóvil cual antena de radio localizando una AM lo mantendría dormido durante horas. No pienso objetivamente pero intento no pestañar. Sin embargo a los pocos minutos vuelve el llanto. Lo asisto a mi hijo que no le importa nada y grita y patea cada 5 minutos con los ojos cerrados. Duerme en cama marinera. Estaba en la de arriba. Yo parado sobre la de abajo. En eso, 4 y 10, mientras sigo intentando calmarlo cede la cama, no soporta el peso y escucho cómo se parte en dos una de las maderas que la sostiene.
Ya entendí el mensaje… Cuántas señales divinas más me van a llegar?
Mi hijo no se calma. 4.30 empieza a gritar, mamaaaaa, mamaaaaa. Llego a la pieza donde duerme la madre y empieza a gritar, papaaaa, papaaaaa. Pero que querés? Decidite! Lo acostamos en el medio de los dos. Memeeeeeeee! Pero si hace un año que no tomás meme! En fin, regresiones que vinieron junto a la hermana. Duerme. 7.30 me levanta Ana y me dice. Emma no duerme, tiene un 2 de oro, te toca pasearla a vos… Intento despegar mis ojos mientras paseo con ella. La gorda entra en un solo brazo mio, es frágil, tiene los ojos abiertos y por esas cosas del destino no despegaba su mirada de la mía. 1 hora y cuarto caminando con ella encima, sin dejar de mirarnos y conocernos aún mas…
Ahí me di cuenta lo feliz que era, y lo poco que importaba estar un poco gordo…



M.I.A.


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